Neste apartado recollemos diversos pensamentos e ideas que trasladan a cosmovisión de Rosalía. É un espazo aberto que agarda polas  frases que queras achegar.

 

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Los hombres miran a las literatas peor que mirarían al diablo

...los hombres miran a las literatas peor que mirarían al diablo...

“Las literatas. Carta a Eduarda”, 1865

…que las mujeres deben dejar la pluma y repasar los calcetines de sus maridos

... no dejan pasar nunca la ocasión de decirte que las mujeres deben dejar la pluma y repasar los calcetines de sus maridos...

“Las literatas. Carta a Eduarda”, 1865

Los hombres no cesan de decirte que una mujer de talento es una verdadera calamidad

... y los hombres no cesan de decirte siempre que pueden que una mujer de talento es una verdadera calamidad...

“Las literatas. Carta a Eduarda”, 1865

Arriba todas, rapaciñas do lugar!

Arriba / todas, rapaciñas do lugar!, / que o sol / i a aurora xa vos vén a dispertar...

"Cantares gallegos", 1863

Porque todavía no les es permitido a las mujeres escribir lo que sienten y lo que saben

Porque todavía no les es permitido a las mujeres escribir lo que sienten y lo que saben.

"La hija del mar", 1859

Yo, …, soy libre, libre como los pájaros, como las brisas

Yo, sin embargo, soy libre, libre como los pájaros, como las brisas; como los árabes en el desierto y el pirata en la mar...

“Lieders”, 1858

Decid que queréis vernos esclavas

... Decid que queréis vernos esclavas y no compañeras vuestras; decid que de un ser que siente y piensa como vosotros queréis hacer unos juguetes vanos, unas máquinas [...] que, a medida de vuestro deseo, estén alegres...

Flavio, 1861

Si yo fuese hombre…

Si yo fuese hombre, saldría en este momento y me dirigiría a un monte, pues el día está soberbio; tengo, sin embargo, que resignarme a permanecer encerrada en mi gran salón...

Carta a Murguía, s/d

Solo cantos de independecia y libertad…

Solo cantos de independecia y libertad han balbucido mis labios, aunque alrededor hubiese sentido, desde la cuna ya, el ruido de las cadenas que debían aprisionarme para siempre ...

Lieders, 1858